La Comisión Europea avanza hacia el fin del despilfarro de envases, el impulso de la reutilización y el reciclado
Imagen: Comisión Europea
Un ciudadano europeo medio general casi 180 kg de residuos de envases al año. Si nos se toman medidas al respecto, los residuos de envases de la Unión Europea aumentarían en un 19% para el año 2030. En el caso de los envases de plástico, el incremento podría ser de hasta un 46%. Por eso, la Comisión Europea está avanzando diferentes pasos para evitar que se desarrolle esa tendencia: con opciones de envases reutilizables, poniendo fin al envasado innecesario, limitando el envasado excesivo y proporcionando claridad a las etiquetas en apoyo de un reciclaje correcto.
En este sentido, el pasado 30 de noviembre de 2022, la Comisión Europea presentó su propuesta de revisión de la legislación europea sobre los envases y residuos de envases. Esta propuesta se articula en torno a tres objetivos principales:
- Prevenir la generación de residuos de envases: reducir su cantidad, restringir el envasado innecesario y fomentar los envases reutilizables y rellenables.
- Impulsar el reciclado de alta calidad («circuito cerrado»): hacer que todos los envases del mercado de la UE sean reciclables de manera económicamente viable de aquí a 2030.
- Reducir las necesidades de recursos naturales primarios y crear un mercado de materias primas secundarias que funcione correctamente, aumentando el uso de plásticos reciclados en los envases mediante objetivos obligatorios.
A partir de las medidas descritas en esta propuesta de la Comisión Europea, se busca una reducción de los residuos de envases de un 15% de aquí a 2040. El volumen de residuos resultante según este objetivo sería un 37% menor con respecto a los generados en caso de que se mantuvieran las tendencias actuales.
El énfasis se sitúa especialmente en la reutilización y en el reciclado. Sin embargo, también se consideran importantes restricciones que buscan reducir los envasados innecesarios. Este es el caso de la prohibición de los envases de un solo uso para los alimentos y bebidas consumidos en restaurantes y cafés, los envases de un solo uso para frutas y hortalizas, las botellas miniatura de champú y otros envases miniatura en hoteles.
Esta regulación europea busca que los envases sean completamente reciclables en el año 2030. Esto se lograría mediante la creación de sistemas obligatorios de depósito y devolución para botellas de plástico y latas de aluminio, y la aclaración de cuáles son los tipos muy limitados de envases que deberán ser compostables, para que los consumidores puedan depositarlos en los contenedores destinados a los biorresiduos.
El impacto de estas medidas en términos económicos y de creación de empleo para el conjunto de la Unión Europea sería positivo. Se espera que el fomento de la reutilización por sí solo genere más de 600 000 puestos de trabajo en el sector de la reutilización de aquí a 2030, muchos de ellos en pequeñas y medidas empresas locales.
Esta propuesta de la Comisión Europea será próximamente examinada por el Parlamento Europeo y el Consejo, según el procedimiento legislativo ordinario.